Bueno, salí el 23 de mayo de la casa pasado el medio día, eran tipo 3:00 ó 4:00 p.m. En realidad solo me aseguraba de despedirme de Mica y de Agus (mis hermanitos mendocinos), así entonces, me tomé colectivo hacia la famosa aduana «Puerto seco» y allí sería solo cuestión de esperar.
A eso de la media hora llegan Elso y Yoryo, dos malabaristas que viajaban también hacia Buenos Aires y al igual que yo, buscaban quién los levantara. Me hablaron y me invitaron a viajar con ellos, así que no tuve que viajar solo. En realidad erran 3 personas, iban con Fer; una linda y estrobertida chica con mucho carácter.
Hablamos con los camioneros allí por un par de horas, hubo un camionero que me propuso llevarme a Ushuaia… La puta que me parió… a Ushuaia huevón! Hubiera ido de no ser porque debía regresar a Buenos Aires a recibir a mi tía Marysol quien venía a visitarme desde Venezuela. A eso de las 6:00 p.m. decidimos irnos a la Eloy Guerrero, una estación de combustible pasando una ciudad llamada San Martín, donde prometía ser un lugar ideal para enganchar. 9 pesos el colectivo desde Mendoza hasta San Martín y otros 4 desde allí hasta 1 km antes de la YPF.
Empezamos a conversar y sobraron las propuestas para San Juan, Chile, Córdoba, Villa Mercedes, Bariloche, Neuquén, etc… Como éramos 4, nos dividimos en 2 grupos de 2 personas. Así pues, viajé con Elso y su guitarra en un camión que iba directo a Buenos Aires, no más de 10 minutos duramos allí. Los otros dos chicos ya tenían propuesta para ir a Córdoba y Villa Mercedes, pero decidieron quedarse para enganchar un camión directo a Buenos Aires.
Arrancamos, esta vez nuestro piloto era un hombre de 51 años. Alberto su nombre, más conocido en el bajo mundo como «Beto», muy suspicaz y rebuena onda. Tomamos mate, hablamos y les conté sobre Colombia. Al rato nos turnaríamos para dormir. Primero Elso y posteriormente yo, aunque mientras Elso dormía, Beto me mandó a dormir también a mí, así que no opuse resistencia 😀
Estando ya dentro de la provincia de Buenos Aires, me despiertan ese par de volados porque «estaban viendo un ovni»… En realidad sí tenía cara de ovni y todo el tema, pero estaba más interesante disfrutar de ese impactante amanecer en esa planicie que ver el extraño objeto. Faltaban como 3 horas de camino.
Beto nos dejó en Moreno, sobre la autopista de la ruta 7 (acceso oeste). Beto arranca y a 80 metros de distancia de nosotros Elso grita: «mi guitarra boludoooooooooo, mi guitarra»… Sí, el muy boludo olvidó su guitarra en el camión de Beto.
Fuimos a buscar a Beto por horas al sitio donde dijo que vivía… Un barrio por Morón o algo así. Infructuosa la búsqueda, así que nos despedimos y nos separamos… Me voy a Moreno de vuelta. Espero haya podido recuperar su guitarra.
Fue un viaje de más o menos 12 horas y en menos de 24 horas de haber salido de la casa en Mendoza, ya estaba en la mía en Moreno… Algo así como 1.100 km recorridos.
A los dos días llega Axl desde San Juan casi moribundo.
Mendoza – Buenos Aires | Mayo de 2013
Distancia total: 1050 km
La culpa es del dedito 